1º Carta de Pedro, 5
6. Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que, llegado el momento, él los levante.
6. Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que, llegado el momento, él los levante.
“Não se fixe voluntariamente naquilo que o inimigo da alma lhe apresenta.” São Padre Pio de Pietrelcina