8. Lo siguió otro ángel gritando: «Cayó, cayó Babilonia la grande, la prostituta que servía su vino capcioso a todas las naciones y las emborrachaba con su desatada prostitución.»





“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina