31. Pero pensé: "Voy a regar mi jardín, voy a rociar mis flores" ¡Y he aquí que mi arroyo se convirtió en un río, y mi río, en un mar!





“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina