Fondare 46 Risultati per: Cadenas

  • Los mercaderes del país, al conocer su llegada, se presentaron en el campamento con mucha plata, oro y cadenas para comprar como esclavos a los israelitas. Se les unió también el ejército de Siria y de la provincia de los filisteos. (1 Macabeos 3, 41)

  • Saqué esta conclusión: que la mujer es más amarga que la muerte; ella es para el hombre una trampa, su corazón es una red y sus brazos, cadenas. El que agrada a Dios se escapa de ella, pero el pecador se deja atrapar. (Eclesiastés (Qohelet) 7, 26)

  • toma su carga sobre tus hombros y soporta su yugo; no te impacientes por sus cadenas. (Sirácides (Eclesiástico) 6, 25)

  • Su yugo será un adorno de oro, y sus cadenas, preciosas guirnaldas de púrpura violeta. (Sirácides (Eclesiástico) 6, 30)

  • Repetirá sin compasión tus palabras, no te escatimará golpes ni cadenas. (Sirácides (Eclesiástico) 13, 12)

  • Feliz el hombre que ha permanecido fuera de su alcance y no conoció su furor, que no soportó su yugo ni arrastró sus cadenas; (Sirácides (Eclesiástico) 28, 19)

  • porque su yugo es un yugo de hierro, y sus cadenas, cadenas de bronce. (Sirácides (Eclesiástico) 28, 20)

  • El yugo y el cabestro hacen doblar el cogote; para el mal servidor, castigos y cadenas. (Sirácides (Eclesiástico) 33, 27)

  • No quedará más que doblegarse bajo las cadenas o caer con los muertos. Pero a Yavé no se le ha pasado el enojo, aún sigue con la mano amenazante. (Isaías 10, 4)

  • ¿Acaso la estatua que fundió el artista, y que el joyero revistió de oro con cadenas de plata? (20 Un hábil escultor busca una palmera escogida y de allí saca madera que no se pudre para levantar una estatua bien firme.) (Isaías 40, 19)

  • ¿No saben cuál es el ayuno que me agrada? Romper las cadenas injustas, desatar las amarras del yugo, dejar libres a los oprimidos y romper toda clase de yugo. (Isaías 58, 6)

  • al oír a Jeremías, mandó apalearlo, y lo hizo sujetar con cadenas en el calabozo de la puerta alta de Benjamín, que está en la Casa de Yavé. (Jeremías 20, 2)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina