Fondare 2231 Risultati per: Cam

  • Al Hijo, en cambio, se le dice: Tu trono, oh Dios, permanece por siglos y siglos, y tu gobierno es gobierno de justicia. (Carta a los Hebreos 1, 8)

  • los doblarás como una capa, y los cambiarás. Pero tú eres siempre el mismo y tus años no terminarán jamás. (Carta a los Hebreos 1, 12)

  • Cristo, en cambio, está en su casa como el Hijo, y nosotros somos la gente de su casa, con tal que sigamos esperando con firmeza y entusiasmo. (Carta a los Hebreos 3, 6)

  • durante cuarenta años. Por eso me cansé de aquella generación y dije: Siempre andan extraviados, no han conocido mis caminos. (Carta a los Hebreos 3, 10)

  • Ustedes deberían ser maestros después de tanto tiempo, y en cambio, necesitan que se les vuelvan a enseñar los primeros elementos de las enseñanzas de Dios. Necesitan leche y no alimento sólido. (Carta a los Hebreos 5, 12)

  • Por eso Dios también confirmó su promesa con un juramento, para demostrar a sus destinatarios que nunca cambiaría su decisión. (Carta a los Hebreos 6, 17)

  • Allí entró Jesús para abrirnos el camino, hecho sumo sacerdote para siempre a semejanza de Melquisedec. (Carta a los Hebreos 6, 20)

  • En el primer caso, los hijos de Leví que cobran el diezmo son hombres que mueren; en cambio, Melquisedec es presentado como el que vive. (Carta a los Hebreos 7, 8)

  • Y si hay un cambio en el sacerdocio, necesariamente la Ley también ha de cambiar. (Carta a los Hebreos 7, 12)

  • Jesús, en cambio, permanece para siempre y no se le quitará el sacerdocio. (Carta a los Hebreos 7, 24)

  • De este modo el Espíritu nos enseña que mientras esté en pie la primera habitación, el camino que lleva al Santuario no está abierto. (Carta a los Hebreos 9, 8)

  • él nos abrió ese camino nuevo y vivo a través de la cortina, es decir, su carne. (Carta a los Hebreos 10, 20)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina