Fondare 261 Risultati per: Jefe

  • Joab, hijo de Sarvia, era jefe del ejército; Josafat, hijo de Ajitub, era el canciller; (1 Crónicas 18, 15)

  • Al ver los arameos que Israel los había vencido enviaron mensajeros a los arameos del otro lado del río para que vinieran a ayudarlos: Sofac jefe de las tropas de Hadadezer estaba a su frente. (1 Crónicas 19, 16)

  • Los arameos huyeron ante Israel: David mató a siete mil soldados de infantería de los carros y a cuarenta mil de infantería. Mató también a Sofac, jefe del ejército. (1 Crónicas 19, 18)

  • Estos eran los cuatro hijos de Semí: Yajat era el jefe, Zizá, el segundo; Jeus y Bería no tuvieron muchos hijos, por lo cual representaron en el censo una sola casa paterna. (1 Crónicas 23, 11)

  • El jefe de los hebronitas era Jería, según la genealogía paterna de los hebronitas. Se hicieron investigaciones al respecto en el año cuarenta del reinado de David y se hallaron entre ellos hombres valerosos que habían estado en Yaser de Galaad. (1 Crónicas 26, 31)

  • de la familia de Fares, y era jefe de todos los oficiales del primer mes. (1 Crónicas 27, 3)

  • El tercer jefe para el tercer mes era Banaías, sacerdote hijo de Joyadá. Su sección era de veinticuatro mil hombres a su mando. (1 Crónicas 27, 5)

  • El cuarto jefe para el cuarto mes era Azael, hermano de Joab, y después de él Zabadías, su hijo. Su sección era de veinticuatro mil hombres. (1 Crónicas 27, 7)

  • El quinto jefe para el quinto mes era Samut, el zarjita, y su sección era de veinticuatro mil hombres. (1 Crónicas 27, 8)

  • El sexto jefe para el sexto mes era Hira, hijo de Iques de Tecoa; su sección era de veinticuatro mil hombres. (1 Crónicas 27, 9)

  • El séptimo jefe para el séptimo mes era Jeles de Pelet, de la tribu de Efraím; su sección era de veinticuatro mil hombres. (1 Crónicas 27, 10)

  • El octavo jefe, para el octavo mes, era Sobcaí de Husat, de la familia de Zarají. Su sección era de veinticuatro mil hombres. (1 Crónicas 27, 11)


“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina