Fondare 154 Risultati per: Moab

  • los clanes de Edom y de Ismael, los de Moab y los hijos de Agar, (Salmos 83, 7)

  • Moab es la vasija en que me lavo, sobre Edom arrojo mi sandalia, contra Filistea lanzo el grito de victoria". (Salmos 108, 10)

  • Se dejarán caer sobre las costas de los filisteos al oeste, y juntos asaltarán a los hijos del este; extenderán su imperio sobre Edom y Moab y someterán a los amonitas. (Isaías 11, 14)

  • Profecía sobre Moab. Bastó con una noche: Ar-Moab quedó toda en silencio. Bastó con una noche: Quir-Moab fue destruida, (Isaías 15, 1)

  • Sube la gente de Dibón, para llorar en los santuarios altos; en el Nebo y en el Madaba gime Moab. Llevan el pelo cortado al rape y la cara afeitada; (Isaías 15, 2)

  • Jesebón y Elealé gritan, hasta Jahas se oye su voz. Por eso se conmueven los valientes de Moab y tiembla su alma. (Isaías 15, 4)

  • Mi corazón está de duelo por Moab, por sus fugitivos que llegan hasta Soar. Por la cuesta de Luhit suben llorando, por el camino de Joronaim lanzan gritos desgarradores. (Isaías 15, 5)

  • Los alaridos han despertado toda la tierra de Moab; el griterío se siente hasta en Eglaim y su eco hasta en Beer-Elim. Las lagunas de Dimón están rojas de sangre. pues mando un nuevo castigo sobre Dimón: envío un león contra los sobrevivientes de Moab y contra aquellos que queden en el país. (Isaías 15, 8)

  • Y como pichones asustados que han echado de su nido, andan las hijas de Moab por los vados del río Arnón. (Isaías 16, 2)

  • Dales hospedaje a los fugitivos de Moab, ofréceles un asilo frente al saqueador.» (Cuando se termine la opresión, y se hayan alejado los que aplastan al país.» (Isaías 16, 4)

  • Tenemos noticias del orgullo de Moab, de ese orgullo enorme, de su vanidad, soberbia y petulancia, de sus palabrerías que no llevan a ninguna parte. (Isaías 16, 6)

  • Dejemos que los moabitas lloren por Moab y se lamentan todos juntos. Todos suspiran apenados por las tortas de uva de Quir-Jerés. (Isaías 16, 7)


“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina