Fondare 63 Risultati per: Cuello

  • Su aliento es como un torrente desbordado, que sube hasta el cuello, para zarandear a las naciones con la criba destructora y poner el freno del extravío en las quijadas de los pueblos. (Isaías 30, 28)

  • ¡Sacúdete el polvo, levántate, Jerusalén cautiva! ¡Desata las ataduras de tu cuello, hija de Sión cautiva! (Isaías 52, 2)

  • ¡Grita a voz en cuello, no te contengas, alza tu voz como una trompeta: denúnciale a mi pueblo su rebeldía y sus pecados a la casa de Jacob! (Isaías 58, 1)

  • ¡Anuncien esto en Judá, proclámenlo en Jerusalén! ¡Toquen la trompeta en el país, griten a voz en cuello y digan: Reúnanse y entremos en las ciudades fortificadas! (Jeremías 4, 5)

  • Porque hasta tus hermanos y la casa de tu padre, hasta ellos mismos te traicionan, ellos mismos gritan a voz en cuello detrás de ti. No te fíes de ellos, cuando te dirigen hermosas palabras. (Jeremías 12, 6)

  • Así me ha hablado el Señor: Fabrícate unas ataduras y unas barras de yugo, y ajústalas a tu cuello. (Jeremías 27, 2)

  • En cuanto a la nación o al reino que no lo sirva a él, a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y que no someta su cuello al yugo del rey de Babilonia, yo castigaré a esa nación con la espada, el hambre y la peste -oráculo del Señor- hasta hacerla desaparecer completamente por medio de él. (Jeremías 27, 8)

  • En cambio, a la nación que someta su cuello al yugo del rey de Babilonia y lo sirva, yo la instalaré en su propio suelo -oráculo del Señor- para que lo cultive y habite en él. (Jeremías 27, 11)

  • Yo hablé a Sedecías, rey de Judá, en estos mismos términos: Sometan su cuello al yugo del rey de Babilonia, sírvanlo a él y a su pueblo, y vivirán. (Jeremías 27, 12)

  • El profeta Ananías tomó la barra que estaba sobre el cuello de Jeremías y la quebró. (Jeremías 28, 10)

  • Luego dijo, en presencia de todo el pueblo: "Así habla el Señor: De esta misma manera, dentro de dos años, yo quebraré el yugo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, que está encima del cuello de todas las naciones". Y el profeta Jeremías se fue por su camino. (Jeremías 28, 11)

  • Después que el profeta Ananías quebró la barra que estaba sobre el cuello del profeta Jeremías, la palabra del Señor llegó a Jeremías, en estos términos: (Jeremías 28, 12)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina