Fondare 700 Risultati per: Espíritu Santo

  • El espíritu del Señor descendió sobre Jefté, y este recorrió Galaad y Manasés, pasó por Mispá de Galaad y desde allí avanzó hasta el país de los amonitas. (Jueces 11, 29)

  • Y el espíritu del Señor comenzó a actuar sobre él en el Campamento de Dan, entre Sorá y Estaol. (Jueces 13, 25)

  • El espíritu del Señor se apoderó de él, y Sansón, sin tener nada en la mano, despedazó al león como se despedaza un cabrito. Pero él no contó ni a su padre ni a su madre lo que había hecho. (Jueces 14, 6)

  • Luego el espíritu del Señor se apoderó de Sansón; él bajó a Ascalón y allí mató a treinta hombres. Después de recoger sus despojos, entregó la ropa a los que habían acertado la adivinanza, y regresó furioso a la casa de su padre. (Jueces 14, 19)

  • Cuando estaban por llegar a Lejí, los filisteos le salieron al encuentro dando gritos de triunfo. Entonces el espíritu del Señor se apoderó de él: las cuerdas que sujetaban sus brazos fueron como hilos de lino quemados por el fuego y las ataduras se deshicieron entre sus manos. (Jueces 15, 14)

  • No hay Santo como el Señor, porque no hay nadie fuera de ti, y no hay Roca como nuestro Dios. (I Samuel 2, 2)

  • Los hombres de Bet Semes dijeron: "¿Quién podrá resistir en la presencia del Señor, este Dios tan santo? ¿A quién enviársela, para que esté lejos de nosotros?". (I Samuel 6, 20)

  • Entonces te invadirá el espíritu del Señor; entrarás en trance con ellos y serás cambiado en otro hombre. (I Samuel 10, 6)

  • Desde allí, se dirigieron a Guibeá, y se encontraron con un grupo de profetas. Entonces lo invadió el espíritu de Dios y entró en trance en medio de ellos. (I Samuel 10, 10)

  • El espíritu de Dios irrumpió sobre Saúl cuando este oyó esas palabras, y una violenta ira se apoderó de él. (I Samuel 11, 6)

  • Samuel tomó el frasco de óleo y lo ungió en presencia de sus hermanos. Y desde aquel día, el espíritu del Señor descendió sobre David. Samuel, por su parte, partió y se fue a Ramá. (I Samuel 16, 13)

  • El espíritu del Señor se había retirado de Saúl, y lo atormentaba un mal espíritu, enviado por el Señor. (I Samuel 16, 14)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina