Fondare 49 Risultati per: Ester

  • Todavía estaban hablando con Amán, cuando llegaron los eunucos del rey, y lo llevaron rápidamente al banquete que había preparado Ester. (Ester 6, 14)

  • El rey y Amán fueron al banquete con la reina Ester. (Ester 7, 1)

  • Aquel segundo día, en el momento de brindar, el rey volvió a decir a Ester: "¿Qué es lo que pides, reina Ester? Lo que sea, te será concedido. ¿Qué es lo que quieres? Aunque sea la mitad del reino, lo tendrás". (Ester 7, 2)

  • La reina Ester tomó la palabra y dijo: "Rey, si estás dispuesto a hacerme un favor y si esto es lo que te agrada, mi petición es que me concedas la vida y mi deseo es que perdones la vida a mi pueblo. (Ester 7, 3)

  • El rey Asuero tomó la palabra y dijo a la reina Ester: "¿Quién es y dónde está el que ha concebido semejante cosa?". (Ester 7, 5)

  • Ester respondió: "¡El enemigo y adversario es ese miserable de Amán!". Amán quedó aterrorizado ante el rey y la reina. (Ester 7, 6)

  • Y el rey, en un arrebato de ira, se retiró del banquete y fue hacia el jardín del palacio. Mientras tanto, Amán se quedó para implorar por su vida a la reina Ester, porque veía que el rey ya había decidido su ruina. (Ester 7, 7)

  • Cuando el rey volvió del jardín del palacio a la sala del banquete, Amán estaba tendido sobre el diván donde se recostaba Ester. Entonces el rey exclamó: "¡Y todavía se atreve a violar a la reina estando yo en la casa!". Apenas el rey pronunció esta palabra, se abalanzaron sobre Amán y le taparon el rostro, (Ester 7, 8)

  • Ese mismo día, el rey Asuero entregó a la reina Ester todas las posesiones de Amán, el opresor de los judíos, y Mardoqueo fue presentado al rey, porque Ester le había revelado el lazo de parentesco que tenía con ella. (Ester 8, 1)

  • El rey se sacó el anillo que le había retirado a Amán y se lo dio a Mardoqueo, y Ester puso a este al frente de todas las posesiones de Amán. (Ester 8, 2)

  • Luego Ester habló de nuevo en presencia del rey. Cayó a sus pies, lloró y le suplicó que anulara los planes perversos que Amán, el agaguita, había maquinado contra los judíos. (Ester 8, 3)

  • El rey tendió hacia Ester el cetro de oro. Ella se levantó, permaneció de pie en presencia del rey (Ester 8, 4)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina