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  • «No importa que se necesite poco o mucho para lograrlo, dijo Pablo. ¡Quiera Dios que no sólo tú, sino todos los que me escuchan hoy, lleguen a ser como yo..., pero sin estas cadenas!». (Hechos 26, 29)

  • Navegando a cubierto de una pequeña isla, llamada Cauda, a duras penas conseguimos recoger el bote salvavidas. (Hechos 27, 16)

  • Pablo recogió unas ramas secas y las echó al fuego. El calor hizo salir una serpiente que se enroscó en su mano. (Hechos 28, 3)

  • Después de interrogarme, quisieron dejarme en libertad, porque no encontraban en mí nada que mereciera la muerte; (Hechos 28, 18)

  • Hermanos, quiero que sepan que muchas veces intenté visitarlos para recoger algún fruto también entre ustedes, como lo he recogido en otros pueblos paganos; pero hasta ahora no he podido hacerlo. (Romanos 1, 13)

  • Son detractores, enemigos de Dios, insolentes, arrogantes, vanidosos, hábiles para el mal, rebeldes con sus padres, (Romanos 1, 30)

  • En efecto, a los que Dios conoció de antemano, los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que él fuera el Primogénito entre muchos hermanos; (Romanos 8, 29)

  • Los que hacen el bien no tienen nada que temer de los gobernantes, pero sí los que obran mal. Si no quieres sentir temor de la autoridad, obra bien y recibirás su elogio. (Romanos 13, 3)

  • Sean mutuamente acogedores, como Cristo los acogió a ustedes para la gloria de Dios. (Romanos 15, 7)

  • Y una vez que haya terminado esa misión y entregado oficialmente la ofrenda recogida, iré a España, pasando por allí. (Romanos 15, 28)

  • Saluden a Filólogo y a Julia, a Nereo y a su hermana, así como también a Olimpia, y a todos los santos que viven con ellos. (Romanos 16, 15)

  • ¿No será que él habla de nosotros? Sí, esto se escribió por nosotros, porque el que ara tiene que arar con esperanza, y el que trilla el grano debe hacerlo con esperanza de recoger su parte. (I Corintios 9, 10)


“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina