Fondare 760 Risultati per: Palabra salvadora

  • La fe, por lo tanto, nace de la predicación y la predicación se realiza en virtud de la Palabra de Cristo. (Romanos 10, 17)

  • según la palabra de la Escritura: Dios los insensibilizó, para que sus ojos no vean y sus oídos no escuchen hasta el día de hoy. (Romanos 11, 8)

  • Porque no me atrevería a hablar sino de aquello que hizo Cristo por mi intermedio, para conducir a los paganos a la obediencia, mediante la palabra y la acción, (Romanos 15, 18)

  • En efecto, ustedes han sido colmados en él con toda clase de riquezas, las de la palabra y las del conocimiento, (I Corintios 1, 5)

  • Mi palabra y mi predicación no tenían nada de la argumentación persuasiva de la sabiduría humana, sino que eran demostración del poder del Espíritu, (I Corintios 2, 4)

  • En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande de todas es el amor. (I Corintios 13, 13)

  • Supongamos, hermanos, que yo fuera a verlos y les hablara en esa forma, ¿de qué les serviría si mi palabra no les aportara ni revelación, ni ciencia, ni profecía, ni enseñanza? (I Corintios 14, 6)

  • ¿Acaso la Palabra de Dios ha salido de ustedes o ustedes son los únicos que la han recibido? (I Corintios 14, 36)

  • Cuando lo que es corruptible se revista de la incorruptibilidad y lo que es mortal se revista de la inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra de la Escritura: La muerte ha sido vencida. (I Corintios 15, 54)

  • Pero nosotros no somos como muchos que trafican con la Palabra de Dios, sino que hablamos con sinceridad en nombre de Cristo, como enviados de Dios y en presencia del mismo Dios. (II Corintios 2, 17)

  • y nunca hemos callado nada por vergüenza, ni hemos procedido con astucia o falsificando la Palabra de Dios. Por el contrario, manifestando abiertamente la verdad, nos recomendamos a nosotros mismos, delante de Dios, frente a toda conciencia humana. (II Corintios 4, 2)

  • Porque es Dios el que estaba en Cristo, reconciliando al mundo consigo, no teniendo en cuenta los pecados de los hombres, y confiándonos la palabra de la reconciliación. (II Corintios 5, 19)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina