Fondare 244 Risultati per: Pies

  • Cuando se acueste, fíjate en el lugar donde él esté acostado; entonces ve, destápale los pies y acuéstate allí. Después él mismo te indicará lo que debes hacer". (Rut 3, 4)

  • Booz comió y bebió, y se puso alegre. Luego fue a acostarse junto a la parva de cebada. Ella fue sigilosamente, le destapó los pies y se acostó. (Rut 3, 7)

  • A eso de la media noche, el hombre se despertó sobresaltado, y al incorporarse, vio que había una mujer acostada a sus pies. (Rut 3, 8)

  • Rut quedó acostada a sus pies hasta la madrugada, y se levantó a la hora en que un hombre todavía no puede reconocer a otro, porque Booz no quería que se supiera que la mujer había venido a la era. (Rut 3, 14)

  • Jonatán trepó valiéndose de las manos y los pies, seguido de su escudero. Y a medida que los filisteos caían bajo los golpes de Jonatán, su escudero, que iba detrás, acababa con ellos. (I Samuel 14, 13)

  • Y postrada a sus pies, exclamó: "¡Que la falta recaiga sobre mí, señor! ¡Pero permite que tu servidora hable en tu presencia! ¡Escucha sus palabras! (I Samuel 25, 24)

  • Ella se puso de pie, se postró con el rostro en tierra, y respondió: "Aquí está tu esclava, dispuesta a lavar los pies de los servidores de mi señor". (I Samuel 25, 41)

  • Jonatán, hijo de Saúl, tenía un hijo lisiado de ambos pies. Este era un niño de cinco años cuando llegó de Izreel la noticia de la muerte de Saúl y Jonatán. Su niñera lo tomó consigo y huyó; pero lo hizo con tanta precipitación, que el niño se cayó y quedó rengo. Su nombre era Meribaal. (II Samuel 4, 4)

  • Entonces David dio una orden a los jóvenes, y ellos los mataron. Luego les cortaron las manos y los pies, y los colgaron junto a la cisterna de Hebrón. En cuanto a la cabeza de Isbaal, la recogieron y la enterraron en la tumba de Abner, en Hebrón. (II Samuel 4, 12)

  • Entonces el rey le preguntó: "¿Queda todavía alguien de la casa de Saúl, para que yo pueda cumplir con él el compromiso de fidelidad contraído ante Dios?". Sibá respondió al rey: "Queda todavía un hijo de Jonatán, que es lisiado de ambos pies". (II Samuel 9, 3)

  • y este habitaba en Jerusalén, porque compartía siempre la mesa del rey. Meribaal rengueaba de ambos pies. (II Samuel 9, 13)

  • Luego David dijo a Urías: "Baja a tu casa y lávate los pies". Urías salió de la casa del rey y le mandaron detrás un obsequio de la mesa real. (II Samuel 11, 8)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina