Fondare 60 Risultati per: Quedé

  • El que está lejos morirá por la peste; el que está cerca caerá bajo la espada; y el que quede sitiado morirá de hambre. Así desahogaré mi furor contra ellos. (Ezequiel 6, 12)

  • Mientras ellos herían, yo quedé solo y caí con el rostro en tierra. Entonces grité: "¡Ah, Señor! ¿Vas a exterminar todo el resto de Israel, derramando tu furor contra Jerusalén?". (Ezequiel 9, 8)

  • Y dirás a la población del país: Así habla el Señor a los habitantes de Jerusalén que viven en la tierra de Israel: Ustedes comerán su pan con ansiedad y beberán su agua con terror, para que el país quede horrorizado porque está lleno de la violencia de todos sus habitantes. (Ezequiel 12, 19)

  • Por eso, así habla el Señor: En mi furor, desataré un viento huracanado; en mi ira, enviaré una lluvia torrencial; y en mi enojo, haré caer piedras duras de granizo, hasta que todo quede derruido. (Ezequiel 13, 13)

  • Desataré mis celos contra ti, y serás tratada con furor: te arrancarán la nariz y las orejas, y lo quede de ti caerá bajo la espada. Se apoderarán de tus hijos y de tus hijas, y lo que quede de ti será devorado por el fuego. (Ezequiel 23, 25)

  • Los entregaré en posesión a los Orientales, junto con los amonitas, para que no quede ni el recuerdo de los amonitas entre las naciones, (Ezequiel 25, 10)

  • La mano del Señor había descendido sobre mí por la tarde, antes que llegara el fugitivo; y a la mañana siguiente, apenas este llegó, el Señor me abrió la boca. Entonces recuperé el habla y ya no me quedé mudo. (Ezequiel 33, 22)

  • Él me dijo: "Aquí está el lugar donde los sacerdotes harán hervir la víctima del sacrificio de reparación y del sacrificio por el pecado, y donde harán cocer la oblación, para que no se saque nada al atrio exterior, y así no quede santificado el pueblo". (Ezequiel 46, 20)

  • Yo, Daniel, quedé profundamente turbado en mi espíritu, y las visiones de mi imaginación me llenaron de espanto. (Daniel 7, 15)

  • Así quedé yo solo contemplando esta gran aparición, y me sentí desfallecer; mi semblante se demudó hasta desfigurarse, y no pude sobreponerme. (Daniel 10, 8)

  • Mientras él me dirigía estas palabras, volví mi rostro hacia el suelo y me quedé mudo. (Daniel 10, 15)

  • Por eso, juro por mi vida -oráculo del Señor de los ejércitos, Dios de Israel- Moab quedará como Sodoma y los amonitas como Gomorra: un campo de cardos, una mina de sal, una tierra desolada para siempre. El resto de mi pueblo los saqueará, lo que quede de mi nación los heredará. (Sofonías 2, 9)


“Que Nossa Mãe do Céu tenha piedade de nós e com um olhar maternal levante-nos, purifique-nos e eleve-nos a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina