Fondare 307 Risultati per: Templo

  • Bendito seas en el Templo de tu santa gloria, aclamado y glorificado eternamente por encima de todo. (Daniel 3, 53)

  • Estimulado por el vino, Baltasar mandó traer los vasos de oro y plata que Nabucodonosor, su padre, había sacado del Templo de Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey y sus dignatarios, sus mujeres y sus concubinas. (Daniel 5, 2)

  • Entonces trajeron los vasos de oro que habían sido sacados del Templo, de la Casa de Dios en Jerusalén, y bebieron en ellos el rey y sus dignatarios, sus mujeres y sus concubinas. (Daniel 5, 3)

  • Él impondrá una alianza a muchos durante una semana; y durante la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la oblación. Y sobre un ala del Templo estará la Abominación de la desolación, hasta que el exterminio decretado se derrame sobre el devastador". (Daniel 9, 27)

  • El rey fue con Daniel al templo de Bel, (Daniel 14, 10)

  • Pero Daniel mandó a sus servidores que trajeran ceniza y la esparcieran por todo el suelo del templo, sin más testigos que el rey. Después salieron, cerraron la puerta, la sellaron con el anillo real y se fueron. (Daniel 14, 14)

  • El rey los mandó matar y entregó a Bel en manos de Daniel, que destruyó el ídolo y su templo. (Daniel 14, 22)

  • Pero no vuelvas a profetizar en Betel, porque este es un santuario del rey, un templo del reino". (Amós 7, 13)

  • Entonces dije: He sido arrojado lejos de tus ojos, pero yo seguiré mirando hacia tu santo Templo. (Jonás 2, 5)

  • Cuando mi alma desfallecía, me acordé del Señor, y mi oración llegó hasta ti, hasta tu santo Templo. (Jonás 2, 8)

  • ¡Escuchen, todos los pueblos; presten atención, tierra y todo lo que hay en ella! Que el Señor sea testigo contra ustedes, el Señor, desde su santo Templo. (Miqueas 1, 2)

  • Por eso, a causa de ustedes, Sión será un campo arado, Jerusalén, un montón de ruinas, y la montaña del Templo, una altura boscosa. (Miqueas 3, 12)


Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina