Fondare 234 Risultati per: animales puros

  • a los que ni siquiera tienen la belleza que hace atrayentes a otros animales, y están excluidos del elogio y la bendición de Dios. (Sabiduría 15, 19)

  • Así los egipcios, a pesar de su deseo de comer, perdieron el apetito natural, ante el aspecto repugnante de los animales enviados contra ellos; tu pueblo, en cambio, sometido a privación por poco tiempo, participó de un manjar exquisito. (Sabiduría 16, 3)

  • Incluso cuando se desencadenó sobre tu pueblo el furor terrible de animales feroces, y ellos perecían por la mordedura de serpientes huidizas, tu ira no duró hasta el extremo. (Sabiduría 16, 5)

  • ellos murieron por la picadura de langostas y moscas, y no se podía encontrar un remedio para sus vidas, porque merecían ser castigados por esos animales. (Sabiduría 16, 9)

  • Unas veces, las llamas se apaciguaban para no abrasar a los animales enviados contra los impíos, y para que, al verlas, estos se sintieran perseguidos por un juicio de Dios. (Sabiduría 16, 18)

  • el violento estruendo de las rocas cayendo en avalanchas, la invisible carrera de animales encabritados, el rugido de las fieras más salvajes, el eco que retumba en los huecos de las montañas, todo los llenaba de terror y los paralizaba. (Sabiduría 17, 19)

  • Todavía recordaban lo que había sucedido en su destierro: cómo los mosquitos, en lugar de reproducirse naturalmente, fueron producidos por la tierra, y cómo las ranas, en lugar de nacer de otros animales acuáticos, fueron vomitadas por el Río en gran cantidad. (Sabiduría 19, 10)

  • La abeja es pequeña entre los animales que vuelan, pero lo que produce es más dulce que todo. (Eclesiástico 11, 3)

  • ¿Quién compadece al encantador mordido por la serpiente o al domador de animales salvajes? (Eclesiástico 12, 13)

  • allí hay cosas extrañas y maravillosas, animales de todas clases y monstruos marinos. (Eclesiástico 43, 25)

  • ¿Qué me importa la multitud de sus sacrificios? -dice el Señor-. Estoy harto de holocaustos de carneros y de la grasa de animales cebados; no quiero más sangre de toros, corderos y chivos. (Isaías 1, 11)

  • El Líbano no bastaría para encender fogatas, sus animales no bastarían para los holocaustos. (Isaías 40, 16)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina