Fondare 121 Risultati per: conocer

  • aquella que ninguno de los dominadores de este mundo alcanzó a conocer, porque si la hubieran conocido no habrían crucificado al Señor de la gloria. (I Corintios 2, 8)

  • ¿Quién puede conocer lo más íntimo del hombre, sino el espíritu del mismo hombre? De la misma manera, nadie conoce los secretos de Dios, sino el Espíritu de Dios. (I Corintios 2, 11)

  • Si alguien se imagina que conoce algo, no ha llegado todavía a conocer como es debido; (I Corintios 8, 2)

  • Él nos hizo conocer el misterio de su voluntad, conforme al designio misericordioso que estableció de antemano en Cristo, (Efesios 1, 9)

  • Fue por medio de una revelación como se me dio a conocer este misterio, tal como acabo de exponérselo en pocas palabras. (Efesios 3, 3)

  • en una palabra, ustedes podrán conocer el amor de Cristo, que supera todo conocimiento, para ser colmados por la plenitud de Dios. (Efesios 3, 19)

  • Así podré conocerlo a él, conocer el poder de su resurrección y participar de sus sufrimientos, hasta hacerme semejante a él en la muerte, (Filipenses 3, 10)

  • Por eso, desde que nos enteramos de esto, oramos y pedimos sin cesar por ustedes, para que Dios les haga conocer perfectamente su voluntad, y les dé con abundancia la sabiduría y el sentido de las cosas espirituales. (Colosenses 1, 9)

  • esas que siempre están aprendiendo, pero nunca llegan a conocer la verdad. (II Timoteo 3, 7)

  • Ellos hacen profesión de conocer a Dios, pero con sus actos, lo niegan: son personas abominables, rebeldes, incapaces de cualquier obra buena. (Tito 1, 16)

  • Su poder divino, en efecto, nos ha concedido gratuitamente todo lo necesario para la vida y la piedad, haciéndonos conocer a aquel que nos llamó por la fuerza de su propia gloria. (II Pedro 1, 3)

  • Porque no les hicimos conocer el poder y la Venida de nuestro Señor Jesucristo basados en fábulas ingeniosamente inventadas, sino como testigos oculares de su grandeza. (II Pedro 1, 16)


“Caminhe com alegria e com o coração o mais sincero e aberto que puder. E quando não conseguir manter esta santa alegria, ao menos não perca nunca o valor e a confiança em Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina