Fondare 264 Risultati per: descendientes de Jafet

  • Los clanes de los descendientes de Efraím fueron los siguientes: de Sutélaj, el clan de los sutelajitas; de Béquer, el clan de los bequeritas; de Taján, el clan de los tajanitas. (Números 26, 35)

  • Los descendientes de Sutélaj fueron los siguientes: de Erán, el clan de los eranitas. (Números 26, 36)

  • Los clanes de los descendientes de Benjamín fueron los siguientes: de Belá, el clan de los belaítas; de Asbel, el clan de los asbelitas; de Ajirám, el clan de los ajiramitas; (Números 26, 38)

  • Estos eran los clanes de los descendientes de Benjamín, según el censo: 45.600 hombres. (Números 26, 41)

  • Los clanes de los descendientes de Dan fueron los siguientes: de Sujám, el clan de los sujamitas. Estos eran los clanes de los descendientes de Dan. (Números 26, 42)

  • Los clanes de los descendientes de Aser fueron: de Imná, el clan de los imnanitas; de Isví, el clan de los isvitas; de Beriá, el clan de los beriaítas. (Números 26, 44)

  • De los descendientes de Beriá: de Jéber, el clan de los jeberitas; de Malquiel, el clan de los malquielitas. (Números 26, 45)

  • Los clanes de los descendientes de Neftalí fueron: de Iajsel, el clan de los iajselitas; de Guní, el clan de los gunitas; (Números 26, 48)

  • Los descendientes de Maquir, hijo de Manasés, partieron para Galaad y lo conquistaron, despojando a los amorreos que se encontraban allí. (Números 32, 39)

  • Estas disposiciones serán una norma jurídica para ustedes y para sus descendientes, en cualquier lugar donde se encuentren. (Números 35, 29)

  • Los jefes de familia del clan de los descendientes de Galaad –hijo de Maquir, hijo de Manasés, uno de los clanes de los descendientes de José– se presentaron delante de Moisés y de los principales jefes de familia de Israel y les dijeron: (Números 36, 1)

  • Entonces Moisés, por orden del Señor, dio estas instrucciones a los israelitas: La tribu de los descendientes de José tiene razón. (Números 36, 5)


“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina