Fondare 36 Risultati per: destrucción de las cosechas

  • El rey profanó los lugares altos que estaban frente a Jerusalén, al sur del monte de la Destrucción, y que Salomón, rey de Israel, había construido en honor de Astarté, el despreciable ídolo de los sidonios, en honor de Quemós, el despreciable ídolo de Moab, y en honor de Milcóm, el abominable ídolo de los amonitas. (II Reyes 23, 13)

  • Los israelitas que habitaban en Judea se enteraron de la manera cómo Holofernes, general en jefe de Nabucodonosor, rey de los asirios, había tratado a aquellos pueblos y cómo había devastado sus santuarios, entregándolos luego a la destrucción. (Judit 4, 1)

  • Porque yo y mi pueblo hemos sido entregados al exterminio, a la muerte y a la destrucción. Si hubiéramos sido vendidos como esclavos y esclavas, me habría callado, ya que esa desgracia no habría perjudicado al rey". (Ester 7, 4)

  • es un fuego que devora hasta la Perdición y exterminará de raíz todas mis cosechas. (Job 31, 12)

  • Entregó sus cosechas al pulgón y el fruto de sus trabajos a las langostas; (Salmos 78, 46)

  • Sembraron campos y plantaron viñas, que produjeron frutos en las cosechas; (Salmos 107, 37)

  • Matatías exclamó: "¡Ay de mí! ¿Para esto he nacido? ¿Para ver la ruina de mi pueblo y la destrucción de la Ciudad santa? ¿Para quedarme sentado en ella, mientras es entregada al poder del enemigo y el Santuario está en manos de extranjeros? (I Macabeos 2, 7)

  • Se cultivaba la tierra en paz, el suelo producía sus cosechas y los árboles de la llanura sus frutos. (I Macabeos 14, 8)

  • y su alejamiento de nosotros, una completa destrucción; pero ellos están en paz. (Sabiduría 3, 3)

  • Otras veces, dentro mismo del agua, las llamas ardían con una fuerza superior a la del fuego, para destruir las cosechas de una tierra injusta. (Sabiduría 16, 19)

  • Hay vientos que fueron creados para el castigo, y en su furor, él los hace más impetuosos: en el momento de la destrucción, desencadenan su violencia y apaciguan el furor de aquel que los hizo. (Eclesiástico 39, 28)

  • muerte, sangre, rivalidad y espada, adversidad, hambre, destrucción y flagelo. (Eclesiástico 40, 9)


“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina