Fondare 194 Risultati per: falso testimonio

  • Entonces fijaron un día para encontrarse con él, y fueron a verlo en mayor número al lugar donde se alojaba. Pablo les habló durante todo el día sobre el Reino de Dios, dándoles toda clase de testimonio y tratando de persuadirlos para que creyeran en Jesucristo, a partir de la Ley de Moisés y de los Profetas. (Hechos 28, 23)

  • y demuestran que lo que ordena la Ley está inscrito en sus corazones. Así lo prueba el testimonio de su propia conciencia, que unas veces los acusa y otras los disculpa, (Romanos 2, 15)

  • El mismo Espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. (Romanos 8, 16)

  • en la medida que el testimonio de Cristo se arraigó en ustedes. (I Corintios 1, 6)

  • Este es para nosotros un motivo de orgullo: el testimonio que nos da nuestra conciencia de que siempre, y particularmente en relación con ustedes, nos hemos comportado con la santidad y la sinceridad que proceden de Dios, movidos, no por una sabiduría puramente humana, sino por la gracia de Dios. (II Corintios 1, 12)

  • Yo doy testimonio de lo mucho que él hace por ustedes y por los de Laodicea y de Hierápolis. (Colosenses 4, 13)

  • cuando él venga aquel Día para ser glorificado en sus santos y admirado por todos los que hayan creído. ¡Y ustedes han creído en nuestro testimonio! (II Tesalonicenses 1, 10)

  • que se entregó a sí mismo para rescatar a todos. Este es el testimonio que él dio a su debido tiempo, (I Timoteo 2, 6)

  • Que sus buenas obras den testimonio de ella; tiene que haber educado a sus hijos, ejercitado la hospitalidad, haber lavado los pies a los hermanos, socorrido a los necesitados y practicado el bien en todas sus formas. (I Timoteo 5, 10)

  • Yo te ordeno delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y delante de Cristo Jesús, que dio buen testimonio ante Poncio Pilato: (I Timoteo 6, 13)

  • No te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que soy su prisionero. Al contrario, comparte conmigo los sufrimientos que es necesario padecer por el Evangelio, animado con la fortaleza de Dios. (II Timoteo 1, 8)

  • mientras Dios añadía su testimonio con signos y prodigios, con toda clase de milagros y con los dones del Espíritu Santo, distribuidos según su voluntad. (Hebreos 2, 4)


“Nas tentações, combata com coragem! Nas quedas, humilhe-se mas não desanime!” São Padre Pio de Pietrelcina