Fondare 30 Risultati per: fronteras
Pero ahora el Señor, mi Dios, me ha dado la paz en todas mis fronteras: ya no hay adversarios ni contratiempos. (I Reyes 5, 18)
Él restableció las fronteras de Israel, desde la Entrada de Jamat hasta el mar de la Arabá, conforme a la palabra que había dicho el Señor, el Dios de Israel, por medio de su servidor el profeta Jonás, hijo de Amitai, que era de Gat Jéfer. (II Reyes 14, 25)
Iabés invocó al Dios de Israel, exclamando: "Si me bendices verdaderamente, ensancharás mis fronteras, tu mano estará conmigo y alejarás el mal para que desaparezca mi aflicción". Y Dios le concedió lo que él había pedido. (I Crónicas 4, 10)
Los amonitas le pagaban tributo, y su fama se extendió hasta las fronteras de Egipto, porque se había hecho muy poderoso. (II Crónicas 26, 8)
Así salvó el Señor a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén de las manos de Senaquerib, rey de Asiria, y de las manos de todos los demás, y les dio paz en todas sus fronteras. (II Crónicas 32, 22)
Después ocupó los territorios de la Cilicia, destrozó a cuantos le opusieron resistencia y avanzó hasta los confines meridionales de Jafet, en las fronteras de Arabia. (Judit 2, 25)
Cuando la noticia llegó a los demás israelitas, todos, como un solo hombre, cayeron sobre ellos y los arrasaron hasta Jobai. También acudieron los de Jerusalén y los de toda la montaña, porque ya se habían enterado de lo ocurrido en el campamento. Además, los de Galaad y los de Galilea los acometieron por los flancos, causándoles un gran estrago, hasta más allá de Damasco y sus fronteras. (Judit 15, 5)
fijaste las fronteras de la tierra, formaste el verano y el invierno. (Salmos 74, 17)
él asegura la paz en tus fronteras y te sacia con lo mejor del trigo. (Salmos 147, 14)
Extendió las fronteras de su nación y tuvo el país en sus manos. (I Macabeos 14, 6)
Devuélvanme ahora mismo las ciudades que han tomado y los impuestos de los lugares ocupados fuera de las fronteras de Judea. (I Macabeos 15, 30)
Salomón reinó en tiempos de paz y Dios le concedió tranquilidad en sus fronteras, a fin de que edificara una Casa a su Nombre y erigiera un Santuario eterno. (Eclesiástico 47, 13)