Fondare 1800 Risultati per: guerra contra los santos

  • y darán gracias con alegría al Padre, que nos ha hecho dignos de participar de la herencia luminosa de los santos. (Colosenses 1, 12)

  • el misterio que estuvo oculto desde toda la eternidad y que ahora Dios quiso manifestar a sus santos. (Colosenses 1, 26)

  • Como elegidos de Dios, sus santos y amados, revístanse de sentimientos de profunda compasión. Practiquen la benevolencia, la humildad, la dulzura, la paciencia. (Colosenses 3, 12)

  • Sopórtense los unos a los otros, y perdónense mutuamente siempre que alguien tenga motivo de queja contra otro. El Señor los ha perdonado: hagan ustedes lo mismo. (Colosenses 3, 13)

  • Que él fortalezca sus corazones en la santidad y los haga irreprochables delante de Dios, nuestro Padre, el Día de la Venida del Señor Jesús con todos sus santos. Amén. (I Tesalonicenses 3, 13)

  • La voluntad de Dios es que sean santos, que se abstengan del pecado carnal, (I Tesalonicenses 4, 3)

  • cuando él venga aquel Día para ser glorificado en sus santos y admirado por todos los que hayan creído. ¡Y ustedes han creído en nuestro testimonio! (II Tesalonicenses 1, 10)

  • el Adversario, el que se alza con soberbia contra todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto, hasta llegar a instalarse en el Templo de Dios, presentándose como si fuera Dios. (II Tesalonicenses 2, 4)

  • los impúdicos y pervertidos, los traficantes de seres humanos, los tramposos y los perjuros. En una palabra, la Ley está contra todo lo que se opone a la sana doctrina (I Timoteo 1, 10)

  • No admitas acusaciones contra un presbítero, a menos que estén avaladas por dos o tres testigos. (I Timoteo 5, 19)

  • porque he oído hablar del amor y de la fe que manifiestas hacia el Señor Jesús y en favor de todos los santos. (Filemon 1, 5)

  • Por mi parte, yo he experimentado una gran alegría y me he sentido reconfortado por tu amor, viendo cómo tú, querido hermano, aliviabas las necesidades de los santos. (Filemon 1, 7)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina