Fondare 1501 Risultati per: hijos de Noé

  • Hijos, les he escrito porque ustedes conocen al Padre. Padres, les he escrito porque ustedes conocen al que existe desde el principio. Jóvenes, les he escrito porque son fuertes, y la Palabra de Dios permanece en ustedes, y ustedes han vencido al Maligno. (I Juan 2, 14)

  • Hijos míos, ha llegado la última hora. Ustedes oyeron decir que vendría un Anticristo; en realidad, ya han aparecido muchos anticristos, y por eso sabemos que ha llegado la última hora. (I Juan 2, 18)

  • Sí, permanezcan en él, hijos míos, para que cuando él se manifieste, tengamos plena confianza, y no sintamos vergüenza ante él en el Día de su Venida. (I Juan 2, 28)

  • ¡Miren cómo nos amó el Padre! Quiso que nos llamáramos hijos de Dios, y nosotros lo somos realmente. Si el mundo no nos reconoce, es porque no lo ha reconocido a él. (I Juan 3, 1)

  • Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y lo que seremos no se ha manifestado todavía. Sabemos que cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. (I Juan 3, 2)

  • Hijos míos, que nadie los engañe: el que practica la justicia es justo, como él mismo es justo. (I Juan 3, 7)

  • Los hijos de Dios y los hijos del demonio se manifiestan en esto: el que no practica la justicia no es de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano. (I Juan 3, 10)

  • Hijos míos, ustedes son de Dios y han vencido a esos falsos profetas, porque aquel que está en ustedes es más grande que el que está en el mundo. (I Juan 4, 4)

  • La señal de que amamos a los hijos de Dios es que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. (I Juan 5, 2)

  • Me he alegrado muchísimo al encontrar a algunos hijos tuyos que viven en la verdad, según el mandamiento que hemos recibido del Padre. (II Juan 1, 4)

  • También te saludan fraternalmente los hijos de esta Comunidad elegida. (II Juan 1, 13)

  • y mi mayor alegría es saber que mis hijos viven en la verdad. (III Juan 1, 4)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina