Fondare 35 Risultati per: historia de Esdras

  • Entonces Secanías, hijo de Iejiel, de los hijos de Elám, dijo a Esdras: "Hemos traicionado a nuestro Dios, al casarnos con mujeres extranjeras de la gente del país. A pesar de esto, todavía queda una esperanza para Israel. (Esdras 10, 2)

  • Esdras se levantó e hizo jurar a los jefes de los sacerdotes y de los levitas, y a todo Israel, que procederían como él lo había dicho. Y todos lo juraron. (Esdras 10, 5)

  • Esdras se alejó de la Casa de Dios y se dirigió a la habitación de Iojanán, hijo de Eliasib, donde pasó la noche sin comer ni beber, porque estaba afligido a causa de la traición de los repatriados. (Esdras 10, 6)

  • El sacerdote Esdras se levantó y les dijo: "Ustedes cometieron una traición, al casarse con mujeres extranjeras: así aumentaron la culpa de Israel. (Esdras 10, 10)

  • Pero los repatriados hicieron como se había propuesto. El sacerdote Esdras eligió un jefe de familia por cada grupo, designándolos personalmente a cada uno. El primer día del décimo mes, comenzaron las sesiones para examinar las causas; (Esdras 10, 16)

  • Todo el pueblo se reunió como un solo hombre en la plaza que está ante la puerta del Agua. Entonces dijeron a Esdras, el escriba, que trajera el libro de la Ley de Moisés, que el Señor había dado a Israel. (Nehemías 8, 1)

  • El sacerdote Esdras trajo la Ley ante la asamblea, compuesta por los hombres, las mujeres y por todos los que podían entender lo que se leía. Era el primer día del séptimo mes. (Nehemías 8, 2)

  • Esdras, el escriba, estaba de pie sobre una tarima de madera que habían hecho para esa ocasión. Junto a él, a su derecha, estaban Matitías, Semá, Anaías, Urías, Jilquías y Maaseías, y a su izquierda Pedaías, Misael, Malquías, Jasúm, Jasbadaná, Zacarías y Mesulám. (Nehemías 8, 4)

  • Esdras abrió el libro a la vista de todo el pueblo -porque estaba más alto que todos- y cuando lo abrió, todo el pueblo se puso de pie. (Nehemías 8, 5)

  • Esdras bendijo al Señor, el Dios grande, y todo el pueblo, levantando las manos, respondió: "¡Amén! ¡Amén!". Luego se inclinaron y se postraron delante del Señor con el rostro en tierra. (Nehemías 8, 6)

  • Entonces Nehemías, el gobernador, Esdras, el sacerdote escriba, y los levitas que instruían al pueblo, dijeron a todo el pueblo: "Este es un día consagrado al Señor, su Dios: no estén tristes ni lloren". Porque todo el pueblo lloraba al oír las palabras de la Ley. (Nehemías 8, 9)

  • El segundo día, los jefes de familia de todo el pueblo, los sacerdotes y los levitas se reunieron junto a Esdras, el escriba, para profundizar las palabras de la Ley. (Nehemías 8, 13)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina