Fondare 43 Risultati per: juzgar

  • no desiste hasta que el Altísimo interviene, para juzgar a los justos y hacerles justicia. (Eclesiástico 35, 18)

  • hasta juzgar la causa de su pueblo y alegrarlo con su misericordia. (Eclesiástico 35, 23)

  • Que el Señor ponga sabiduría en sus corazones para juzgar a su pueblo con justicia, a fin de que no desaparezca su felicidad ni su gloria por todas las generaciones. (Eclesiástico 45, 26)

  • El Señor se levanta para un juicio, se pone de pie para juzgar a su pueblo. (Isaías 3, 13)

  • Y tú, hijo de hombre, ¿no vas a juzgar, no vas a juzgar a la ciudad sanguinaria? Dale a conocer todas sus abominaciones. (Ezequiel 22, 2)

  • El Señor me dijo: Hijo de hombre, ¿no vas a juzgar a Oholá y Oholibá? Dales a conocer sus abominaciones, (Ezequiel 23, 36)

  • En cuanto a ustedes, ovejas de mi rebaño, así habla el Señor: Yo voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carneros y chivos. (Ezequiel 34, 17)

  • Por eso, así les habla el Señor: Yo mismo voy a juzgar entre la oveja gorda y la oveja flaca. (Ezequiel 34, 20)

  • En los litigios, ellos tendrán autoridad para juzgar: juzgarán según mis leyes, observarán mis preceptos y mis instrucciones en todas mis solemnidades, y observarán mis sábados. (Ezequiel 44, 24)

  • ¡Que despierten y suban las naciones al valle de Josafat! Porque allí me sentaré para juzgar a todas las naciones de alrededor. (Joel 4, 12)

  • El Señor me hizo ver esto: Él convocaba al fuego para juzgar; el fuego devoró el gran océano y estaba por devorar los campos. (Amós 7, 4)

  • Ellos subirán victoriosos a la montaña de Sión, para juzgar a la montaña de Esaú. ¡Y al Señor pertenecerá la realeza! (Abdías 1, 21)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina