Fondare 602 Risultati per: las plagas de Egipto

  • Aquel día, mensajeros enviados por mí partirán en barco, para dar la alarma en Cus, que vive confiada. Ellos se estremecerán de espanto en el día de Egipto, que ya está por llegar. (Ezequiel 30, 9)

  • Así habla el Señor: Yo haré cesar el tumulto de Egipto por la mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia. (Ezequiel 30, 10)

  • Él y su pueblo, la más feroz de las naciones, serán llevados para arrasar el país. Desenvainarán sus espadas contra Egipto y llenarán de víctimas el país. (Ezequiel 30, 11)

  • Así habla el Señor: Haré desaparecer los ídolos y acabaré con los falsos dioses de Nof. No habrá más un príncipe en Egipto y haré cundir el terror en ese país. (Ezequiel 30, 13)

  • Derramaré mi furor en Sin -la plaza fuerte de Egipto- y extirparé el tumulto de No. (Ezequiel 30, 15)

  • Prenderé fuego a Egipto, Sin se retorcerá de dolor, se abrirán brechas en No y los adversarios de No la ocuparán en pleno día. (Ezequiel 30, 16)

  • En Tafnis el día se oscurecerá, cuando yo quiebre allí el cetro de Egipto y se acabe su arrogante poderío. A ella la cubrirá un nubarrón y sus hijas irán al cautiverio. (Ezequiel 30, 18)

  • Infligiré justos castigos a Egipto, y se sabrá que yo soy el Señor. (Ezequiel 30, 19)

  • Hijo de hombre, yo quiebro el brazo del Faraón, rey de Egipto; y nadie lo cura dándole medicamentos y aplicándole un vendaje, para que se fortalezca y pueda empuñar la espada. (Ezequiel 30, 21)

  • Por eso, así habla el Señor: Aquí estoy contra el Faraón, rey de Egipto: yo quebraré sus dos brazos -el sano y el roto- y haré caer la espada de su mano. (Ezequiel 30, 22)

  • Fortaleceré los brazos del rey de Babilonia, mientras que al Faraón se le caerán los brazos. Y cuando ponga mi espada en la mano del rey de Babilonia y él la extienda contra el país de Egipto, se sabrá que yo soy el Señor. (Ezequiel 30, 25)

  • Hijo de hombre, di al Faraón, rey de Egipto, y a todos sus súbditos: ¿A quién te asemejaste por tu grandeza? (Ezequiel 31, 2)


“Que Nossa Senhora nos obtenha o amor à cruz, aos sofrimentos e às dores.” São Padre Pio de Pietrelcina