Fondare 116 Risultati per: polvo

  • ¡Giman, pastores, y griten, revuélquense en el polvo, encargados del rebaño! Porque les ha llegado el día de la matanza y caerán como carneros escogidos. (Jeremías 25, 34)

  • Están sentados en el suelo, silenciosos, los ancianos de la hija de Sión; se han cubierto la cabeza de polvo, se han vestido con un sayal. Dejan caer su cabeza hasta el suelo las vírgenes de Jerusalén. (Lamentaciones 2, 10)

  • Que ponga su boca sobre el polvo: ¡tal vez haya esperanza! (Lamentaciones 3, 29)

  • a pesar del manto de púrpura con que se los cubre. Les limpian la cara a causa del polvo del templo que se amontona sobre ellos. (Baruc 6, 11)

  • sus ojos se llenan del polvo levantado por los pies de los que entran. (Baruc 6, 16)

  • Porque la sangre que derramó está en medio de ella: la puso sobre la roca desnuda, no la derramó por tierra ni la cubrió con el polvo. (Ezequiel 24, 7)

  • Destruirán las murallas de Tiro y derribarán sus torres. Barreré de ella hasta el polvo y la convertiré en una roca desnuda. (Ezequiel 26, 4)

  • Será tal la cantidad de sus caballos que te dejará cubierta de polvo. Tus murallas temblarán al estruendo de su caballería, de sus ruedas y sus carros, cuando él entre por tus puertas como se entra en una ciudad expugnada. (Ezequiel 26, 10)

  • Ellos harán oír su clamor a causa de ti, y gritarán amargamente. Se cubrirán la cabeza de polvo y se revolcarán en la ceniza. (Ezequiel 27, 30)

  • pisotean sobre el polvo de la tierra la cabeza de los débiles y desvían el camino de los humildes; el hijo y el padre tienen relaciones con la misma joven, profanando así mi santo Nombre; (Amós 2, 7)

  • ¡No lo anuncien en Gat, no vayan a llorar en Boquím! ¡En Bet Leafrá, revuélquense en el polvo! (Miqueas 1, 10)

  • Lamerán el polvo como la serpiente, como los gusanos de la tierra; saldrán temblorosas de sus refugios, irán temblando hacia el Señor, nuestro Dios, y sentirán temor delante de ti. (Miqueas 7, 17)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina