Fondare 236 Risultati per: resumen de josué 12

  • Luego los levitas Josué, Cadmiel, Baní, Jasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petajías dijeron: "¡Levántense, bendigan al Señor, su Dios, desde siempre y para siempre! Sea bendecido tu Nombre glorioso, que supera toda bendición y alabanza". (Nehemías 9, 5)

  • Luego los levitas: Josué, hijo de Azanías, Binuí, de los hijos de Jenanad, Cadmiel, (Nehemías 10, 10)

  • Estos son los sacerdotes y levitas que subieron con Zorobabel, hijo de Sealtiel, y con Josué: Seraías, Jeremías, Esdras, (Nehemías 12, 1)

  • Salú, Amoc, Jilquías, Iedaías. Estos eran los jefes de los sacerdotes y de sus hermanos, en tiempos de Josué. (Nehemías 12, 7)

  • Los levitas eran: Josué, Binuí, Cadmiel, Serebías, Judá y Matanías, encargado este último con sus hermanos de los himnos de alabanza. (Nehemías 12, 8)

  • Josué fue padre de Ioiaquím; Ioiaquím fue padre de Eliasib; Eliasib fue padre de Ioiadá; (Nehemías 12, 10)

  • Los jefes de los levitas eran Jasabías, Serebías, Josué, Binuí, Cadmiel y sus hermanos, que los asistían alternándose por grupos en la alabanza y en la acción de gracias, según la orden de David, hombre de Dios. (Nehemías 12, 24)

  • Todos estos vivían en tiempos de Ioiaquím, hijo de Josué, hijo de Josadac, y en tiempos del gobernador Nehemías y del sacerdote escriba Esdras. (Nehemías 12, 26)

  • Josué, por haber cumplido la palabra de Dios, llegó a ser juez en Israel. (I Macabeos 2, 55)

  • Para nosotros, que hemos asumido la penosa tarea de hacer este resumen, la obra no ha sido fácil, sino que nos ha costado muchos sudores y desvelos, (II Macabeos 2, 26)

  • dejando al autor el examen detallado de cada hecho, para esforzarnos nosotros por seguir las reglas de un resumen. (II Macabeos 2, 28)

  • Judas y sus compañeros -después de invocar al supremo Señor del universo que, sin arietes ni máquinas de guerra, derribó a Jericó en tiempos de Josué- asaltaron ferozmente la muralla. (II Macabeos 12, 15)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina