Fondare 377 Risultati per: territorio enemigo
Ellos partieron con un ejército numeroso y, al llegar al territorio de Judá, enviaron mensajeros a Judas y a sus hermanos con falsas propuestas de paz. (I Macabeos 7, 10)
salió a recorrer todo el territorio de Judea para vengarse de los desertores y no dejarlo circular por la región. (I Macabeos 7, 24)
El rey envió entonces a Nicanor, uno de sus generales más distinguidos y enemigo acérrimo de Israel, con la orden expresa de exterminar al pueblo. (I Macabeos 7, 26)
y cómo gracias a su habilidad y constancia, se habían apoderado de todo el territorio, a pesar de ser un lugar muy distante. Asimismo, a los reyes que habían venido a combatirlos desde los confines de la tierra, los habían derrotado, aplastándolos completamente, mientras que los restantes les pagaban tributo cada año. (I Macabeos 8, 4)
"¡Que los romanos y la nación de los judíos tengan felicidad en el mar y en la tierra para siempre! ¡Lejos de ellos la espada y el enemigo! (I Macabeos 8, 23)
Estos tomaron el camino de Guilgal y sitiaron a Mesalot en el territorio de Arbela; se apoderaron de ella y mataron a mucha gente. (I Macabeos 9, 2)
El ejército enemigo salió del campamento y se aprestó para enfrentarlos. La caballería se había dividido en dos escuadrones; en primera línea, avanzaban los más aguerridos, precedidos por los arqueros y los honderos. (I Macabeos 9, 11)
Después de la muerte de Judas, reaparecieron los renegados en todo el territorio de Israel y se envalentonaron los impíos. (I Macabeos 9, 23)
El enemigo nos asedia por delante y por detrás, de un lado están las aguas del Jordán y del otro, los pantanos y las malezas; no hay escapatoria posible. (I Macabeos 9, 45)
le devolvió los prisioneros capturados anteriormente en Judá y regresó a su país. Y nunca más volvió al territorio de Judea. (I Macabeos 9, 72)
"El rey Demetrio saluda a la nación de los judíos. Nos hemos enterado con satisfacción de que ustedes han observado los pactos hechos con nosotros y han perseverado en nuestra amistad, sin pasarse al enemigo. (I Macabeos 10, 26)
Jerusalén, con su territorio, sus diezmos y derechos, será sagrada y estará exenta de impuestos. (I Macabeos 10, 31)