Fondare 377 Risultati per: territorio enemigo
¡No salgan al campo, no vayan por el camino, porque el enemigo tiene una espada, reina el terror por todas partes! (Jeremías 6, 25)
¡Que así sea, Señor, si no te he servido bien, si en el tiempo de la desgracia y de la angustia, no intervine ante ti por mi enemigo! (Jeremías 15, 11)
Tu riqueza y tus tesoros los entregaré como botín, gratuitamente, por todos tus pecados, en todo tu territorio. (Jeremías 15, 13)
en las montañas y en campo abierto. Tu riqueza, todos tus tesoros los entregaré como botín, gratuitamente, por todos tus pecados, en todo tu territorio. (Jeremías 17, 3)
Yo los dispersaré como el viento del este delante del enemigo: yo les mostraré la espalda, no el rostro, en el día de su ruina. (Jeremías 18, 17)
Todos tus amantes te han olvidado, no se interesan por ti. Porque yo te he golpeado como golpea un enemigo, con un castigo cruel, a causa de tu gran iniquidad, porque tus pecados eran graves. (Jeremías 30, 14)
Así habla el Señor: Reprime tus sollozos, ahoga tus lágrimas, porque tu obra recibirá su recompensa -oráculo del Señor- y ellos volverán del país enemigo. (Jeremías 31, 16)
El rey Sedecías dijo a Jeremías: "Estoy preocupado por los judíos que se pasaron al enemigo; temo que los caldeos me entreguen en sus manos, y ellos me traten desconsideradamente". (Jeremías 38, 19)
Luego Ismael llevó cautivo a todo el resto de la gente que estaba en Mispá, así como también a las hijas del rey, que Nebuzaradán, comandante de la guardia, había confiado a Godolías, hijo de Ajicám. Ismael, hijo de Natanías, los llevó cautivos y partió con la intención de pasar a territorio amonita. (Jeremías 41, 10)
En cuanto a Ismael, hijo de Natanías, escapó de Iojanán con ocho hombres, y se fue a territorio amonita. (Jeremías 41, 15)
Así habla el Señor: Voy a entregar al faraón Jofrá, rey de Egipto, en manos de sus enemigos y en manos de los que atentan contra su vida, como entregué a Sedecías, rey de Judá, en manos de su enemigo Nabucodonosor, rey de Babilonia, que intentaba quitarle la vida". (Jeremías 44, 30)
¡Hasta en sus vestidos aparece su impureza! ¡Ella no pensó en el futuro, y cayó de manera portentosa, sin que nadie la consolara! "¡Mira, Señor, mi opresión, porque triunfa el enemigo!". (Lamentaciones 1, 9)