Fondare 112 Risultati per: Entregó

  • La gente de la Ciudadela entregó los rehenes a Jonatán y él los devolvió a sus padres. (I Macabeos 10, 9)

  • Entrego Tolemaida y sus dominios como obsequio al Lugar Santo de Jerusalén para cubrir los gastos normales del Lugar Santo. (I Macabeos 10, 39)

  • El rey Alejandro fue a su encuentro, y Tolomeo le entregó a su hija Cleopatra y celebró la boda en Tolemaida con la gran magnificencia que suelen los reyes. (I Macabeos 10, 58)

  • De allí pasó a Gaza donde los habitantes le cerraron las puertas. Entonces la sitió y entregó sus arrabales a las llamas y al pillaje. (I Macabeos 11, 61)

  • Entonces el rey nombró a Cendebeo epistratega de la Zona Marítima y le entregó tropas de infantería y de caballería, (I Macabeos 15, 38)

  • Yo, como mis hermanos, entrego mi cuerpo y mi vida por las leyes de mis padres, invocando a Dios para que pronto se muestre propicio con nuestra nación, y que tú con pruebas y azotes llegues a confesar que él es el único Dios. (II Macabeos 7, 37)

  • ¿Quién entregó al pillaje a Jacob, y a Israel a los saqueadores? ¿No ha sido Yahveh, contra quien pecamos, rehusamos andar por sus caminos, y no escuchamos sus instrucciones? (Isaías 42, 24)

  • Por eso le daré su parte entre los grandes y con poderosos repartirá despojos, ya que indefenso se entregó a la muerte y con los rebeldes fue contado, cuando él llevó el pecado de muchos, e intercedió por los rebledes. (Isaías 53, 12)

  • donde le tenía detenido Sedecías, rey de Judá, bajo esta acusación: «¿Por qué has profetizado: Así dice Yahveh: He aquí que yo entrego esta ciudad en manos del rey de Babilonia, que la tomará, (Jeremías 32, 3)

  • Así dice Yahveh el Dios de Israel: Ve y dices a Sedecías, rey de Judá; le dices: Así dice Yahveh: «Mira que yo entrego esta ciudad en manos del rey de Babilonia, y la incendiará. (Jeremías 34, 2)

  • Así dice Yahveh: Mirad que yo entrego al Faraón Jofrá, rey de Egipto, en manos de sus enemigos y de los que buscan su muerte, como entregué a Sedecías, rey de Judá, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, su enemigo, que buscaba su muerte.» (Jeremías 44, 30)

  • Y los entregó el Señor en poder de todos los reinos de nuestro alrededor para que fuesen objeto de oprobio y maldición entre todos los pueblos circundantes donde el Señor los dispersó. (Baruc 2, 4)


“Quanto mais se caminha na vida espiritual, mais se sente a paz que se apossa de nós.” São Padre Pio de Pietrelcina