Fondare 221 Risultati per: libro de Esdras

  • «En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran Príncipe que defiende a los hijos de tu pueblo. Será aquél un tiempo de angustia como no habrá habido hasta entonces otro desde que existen las naciones. En aquel tiempo se salvará tu pueblo: todos los que se encuentren inscritos en el Libro. (Daniel 12, 1)

  • «Y tú, Daniel, guarda en secreto estas palabras y sella el libro hasta el tiempo del Fin. Muchos andarán errantes acá y allá, y la iniquidad aumentará.» (Daniel 12, 4)

  • Oráculo sobre Nínive. Libro de la visión de Nahúm de Elcós. (Nahún 1, 1)

  • Entonces los que temen a Yahveh se hablaron unos a otros. Y puso atención Yahveh y oyó; y se escribió ante él un libro memorial en favor de los que temen a Yahveh y piensan en su Nombre. (Malaquías 3, 16)

  • Libro de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: (Mateo 1, 1)

  • Y acerca de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en lo de la zarza, cómo Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? (Marcos 12, 26)

  • como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas; (Lucas 3, 4)

  • Porque David mismo dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra (Lucas 20, 42)

  • Jesús realizó en presencia de los discípulos otras muchas señales que no están escritas en este libro. (Juan 20, 30)

  • El primer libro lo escribí, Teófilo, sobre todo lo que Jesús hizo y enseñó desde un principio (Hechos 1, 1)

  • Pues en el libro de los Salmos está escrito: Quede su majada desierta, y no haya quien habite en ella. Y también: Que otro reciba su cargo. (Hechos 1, 20)

  • y le libró de todas sus tribulaciones y le dio gracia y sabiduría ante Faraón, rey de Egipto, quien le nombró gobernador de Egipto y de toda su casa. (Hechos 7, 10)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina