Fondare 1193 Risultati per: lista de hombres de Betel y Ai

  • y a los hombres que estaban a la entrada de la casa les dejaron deslumbrados desde el chico hasta el grande, y mal se vieron para encontrar la entrada. (Génesis 19, 11)

  • Los hombres dijeron a Lot: «¿A quién más tienes aquí? Saca de este lugar a tus hijos e hijas y a quienquiera que tengas en la ciudad, (Génesis 19, 12)

  • Y como él remoloneaba, los hombres le asieron de la mano lo mismo que a su mujer y a sus dos hijas por compasión de Yahveh hacia él, y sacándole le dejaron fuera de la ciudad. (Génesis 19, 16)

  • Levantóse Abimélek de mañana, llamó a todos sus siervos y les refirió todas estas cosas; los hombres se asustaron mucho. (Génesis 20, 8)

  • Luego comieron y bebieron, él y los hombres que le acompañaban, y pasaron la noche. Por la mañana se levantaron, y él dijo: «Permitidme que marche donde mi señor.» (Génesis 24, 54)

  • Entonces despidieron a su hermana Rebeca con su nodriza, y al siervo de Abraham y a sus hombres. (Génesis 24, 59)

  • Y llamó a aquel lugar Betel, aunque el nombre primitivo de la ciudad era Luz. (Génesis 28, 19)

  • Yo soy el Dios que se te apareció en Betel, donde ungiste una estela y donde me hiciste aquel voto. Ahora, levántate, sal de esta tierra y vuelve a tu país natal.» (Génesis 31, 13)

  • Los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: «Hemos ido donde tu hermano Esaú, y él mismo viene a tu encuentro con cuatrocientos hombres.» (Génesis 32, 7)

  • «En adelante no te llamarás Jacob sino Israel; porque has sido fuerte contra Dios y contra los hombres, y le has vencido.» (Génesis 32, 29)

  • Jacob levantó los ojos y al ver que venía Esaú con cuatrocientos hombres, repartió a los niños entre Lía y Raquel y las dos siervas. (Génesis 33, 1)

  • Los hijos de Jacob volvieron del campo al oírlo, y se indignaron los hombres y les dio mucha rabia la afrenta hecha por Siquem acostándose con la hija de Jacob: «Eso no se hace.» (Génesis 34, 7)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina