Fondare 1025 Risultati per: �quién

  • Isaac le dijo: "¿Quién eres tú?". Él respondió: "Yo soy Esaú, tu hijo primogénito". (Génesis 27, 32)

  • Isaac sintió un fuerte estremecimiento y dijo: "¿Pues quién ha sido el que me ha traído la caza? Yo he comido de ella antes de que tú vinieras, y lo he bendecido, y ¡bendito será!". (Génesis 27, 33)

  • Y al primero le dio esta orden: "Cuando te encuentre mi hermano Esaú y te pregunte: ¿De quién eres, adónde vas y de quién es el ganado que va delante?, (Génesis 32, 18)

  • Cuando ya la iban a sacar, mandó a decir a su suegro: "Yo he quedado encinta del hombre a quien pertenece todo esto. Mira, por favor, de quién son este sello, este cordón y este bastón". (Génesis 38, 25)

  • José halló gracia a sus ojos, y así fue incorporado al servicio de su dueño, quien le hizo mayordomo de su casa, confiándole todo cuanto tenía. (Génesis 39, 4)

  • Ellos le respondieron: "Hemos tenido un sueño y no hay quien nos lo interprete". José les dijo: "Es Dios quien da la interpretación; no obstante, contádmelo a mí". (Génesis 40, 8)

  • José respondió: "Yo no soy nada; es Dios quien dará al Faraón respuesta favorable". (Génesis 41, 16)

  • Y el Faraón les dijo: "¿Encontraremos un hombre en quien esté el espíritu de Dios como en éste?". (Génesis 41, 38)

  • tú serás quien gobierne mi casa, y todo mi pueblo te obedecerá. Sólo en el trono seré mayor que tú". (Génesis 41, 40)

  • Traemos también más dinero para pagar los víveres. Nosotros no sabemos quién puso nuestro dinero en los sacos". (Génesis 43, 22)

  • Y Judá respondió: "¿Qué diremos a mi señor y cómo podremos justificarnos? Ha sido Dios quien ha descubierto la maldad de tus siervos. Aquí nos tienes como esclavos tuyos, tanto nosotros como aquel en cuyo poder fue encontrada la copa". (Génesis 44, 16)

  • Pero ahora no estéis apenados ni os pese el haberme vendido aquí, pues fue Dios quien me envió delante de vosotros para salvar vuestras vidas. (Génesis 45, 5)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina