Fondare 2426 Risultati per: Ala

  • Porque si la palabra promulgada por los ángeles estaba garantizada hasta el punto de que toda transgresión y desobediencia recibió su justo castigo, (Hebreos 2, 2)

  • diciendo: Anunciaré tu nombre a mis hermanos, en plena asamblea te alabaré. (Hebreos 2, 12)

  • Porque también nosotros, como ellos, hemos recibido la buena nueva; pero a ellos no les aprovechó la palabra que habían oído, porque al escucharla no se unieron a ella por la fe. (Hebreos 4, 2)

  • Pues la palabra de Dios es viva y eficaz y más aguda que espada de dos filos; ella penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las articulaciones y de la médula, y es capaz de juzgar los sentimientos y los pensamientos. (Hebreos 4, 12)

  • que saborearon la dulzura de la palabra de Dios y las maravillas del mundo venidero (Hebreos 6, 5)

  • La ley, en efecto, constituye sumos sacerdotes a hombres débiles; pero la palabra del juramento posterior a la ley constituye sacerdote al Hijo, hecho perfecto para siempre. (Hebreos 7, 28)

  • Por la fe conocemos que el mundo fue creado por la palabra de Dios, de suerte que lo visible tiene una causa invisible. (Hebreos 11, 3)

  • al sonido de la trompeta y al clamor de las palabras que aquéllos oyeron, y suplicaron que no les volviera a hablar Dios, (Hebreos 12, 19)

  • Estas palabras: una vez más, indican que las cosas conmovidas serán cambiadas, porque son cosas creadas, para que subsistan aquellas que son inmutables. (Hebreos 12, 27)

  • Acordaos de vuestros jefes, aquellos que os anunciaron la palabra de Dios; y, considerando el fin de su vida, imitad su fe. (Hebreos 13, 7)

  • Por él ofrezcamos a Dios sin cesar un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre. (Hebreos 13, 15)

  • Hermanos, os ruego que aceptéis estas palabras de exhortación, acompañadas de estas breves líneas. (Hebreos 13, 22)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina