Fondare 118 Risultati per: cumplimiento de promesa

  • Porque si los hijos de la ley son los herederos, la fe queda sin valor y la promesa anulada. (Romanos 4, 14)

  • Por esto la justicia viene de la fe, para que sea gratuita, a fin de que sea firme la promesa a toda la descendencia; no sólo a la que es por la fe de Abrahán, el cual es padre de todos nosotros, (Romanos 4, 16)

  • Ante la promesa de Dios no dudó ni desconfió, sino que se reafirmó en la fe, dando gloria a Dios, (Romanos 4, 20)

  • Esto quiere decir que los hijos de Dios no son los que pertenecen a una raza, sino los que nacen en virtud de la promesa. (Romanos 9, 8)

  • Ésta fue la promesa: Por este mismo tiempo yo volveré, y Sara tendrá un hijo. (Romanos 9, 9)

  • Pero los que se atienen al cumplimiento de la ley están bajo maldición, como dice la Escritura: Maldito sea el que no cumple todo lo que está escrito en la ley. (Gálatas 3, 10)

  • Lo que quiero decir es esto: Dios hizo un pacto con Abrahán en toda regla; por tanto, una ley, que vino cuatrocientos años después, no pudo anularlo ni dejar sin valor la promesa de Dios. (Gálatas 3, 17)

  • Pues si la herencia depende del cumplimiento de la ley, ya no se debe a la promesa; pero la verdad es que Dios prometió a Abrahán dársela gratuitamente. (Gálatas 3, 18)

  • Entonces, ¿para qué la ley? Fue añadida para declarar lo que era delito hasta que llegara el descendiente a que se refería la promesa. La ley fue promulgada por ángeles a través de un mediador. (Gálatas 3, 19)

  • Pero, según la Escritura, todo el mundo está bajo el pecado, para que la promesa de Dios se cumpla en los creyentes por la fe en Jesucristo. (Gálatas 3, 22)

  • Y si vosotros sois de Cristo, sois descendencia de Abrahán, herederos según la promesa. (Gálatas 3, 29)

  • Pero el de la esclava nació de modo natural; el de la libre, sin embargo, en virtud de la promesa. (Gálatas 4, 23)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina