Fondare 337 Risultati per: profeta Elías

  • Ocozías murió como había dicho el Señor por medio de Elías. Le sucedió en el trono su hermano Jorán, el año segundo de Jorán, hijo de Josafat, rey de Judá, pues Ocozías no tenía hijos. (II Reyes 1, 17)

  • Cuando el Señor iba a arrebatar a Elías en torbellino al cielo, Elías y Eliseo salieron de Guilgal. (II Reyes 2, 1)

  • Y Elías dijo a Eliseo: "Quédate aquí, porque el Señor me manda ir hasta Betel". Eliseo replicó: "¡Por Dios y por tu vida que no te dejaré!". Y fueron juntos a Betel. (II Reyes 2, 2)

  • Elías dijo a Eliseo: "Quédate aquí, porque el Señor me manda ir a Jericó". Él replicó: "¡Por Dios y por tu vida que no te dejaré!". Y fueron juntos a Jericó. (II Reyes 2, 4)

  • Luego Elías le dijo: "Quédate aquí, porque el Señor me manda ir al Jordán". Y él replicó: "¡Por Dios y por tu vida que no te dejaré!". Y fueron los dos juntos. (II Reyes 2, 6)

  • Entonces Elías tomó su manto, lo enrolló y golpeó con él las aguas, las cuales se dividieron a uno y otro lado, de modo que pasaron ambos a pie enjuto. (II Reyes 2, 8)

  • Y cuando pasaron, Elías dijo a Eliseo: "Pídeme lo que quieras antes de que sea arrebatado de tu presencia". Eliseo contestó: "Que pasen a mí las dos terceras partes de tu espíritu". (II Reyes 2, 9)

  • Elías repuso: "Difícil cosa has ido a pedir. Con todo, si me ves cuando sea arrebatado de tu presencia, te será concedida; y si no, no lo será". (II Reyes 2, 10)

  • Y mientras iban caminando y conversando, un carro de fuego, con caballos de fuego, pasó entre los dos, y Elías fue arrebatado en un torbellino hacia el cielo. (II Reyes 2, 11)

  • Alzó luego el manto de Elías, que se le había caído de encima, se volvió y se detuvo a la orilla del Jordán. (II Reyes 2, 13)

  • Entonces tomó el manto, que se le había caído a Elías de encima, y golpeó con él las aguas, diciendo: "¿Dónde está el Señor, Dios de Elías? ¿Dónde está?". Golpeó las aguas, y éstas se dividieron a uno y otro lado, y pasó a pie enjuto. (II Reyes 2, 14)

  • Los discípulos de los profetas de Jericó lo vieron desde el otro lado, y exclamaron: "El espíritu de Elías se ha posado sobre Eliseo". Le salieron al encuentro y se prosternaron ante él rostro en tierra. (II Reyes 2, 15)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina