1. En el segundo año del rey Darío, el primer día del sexto mes, la palabra del Señor fue dirigida, por medio del profeta Ageo, a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, y a Josué, hijo de Iehosadac, el Sumo Sacerdote, en estos términos:





“Deve-se caminhar em nuvens cada vez que se termina uma confissão!” São Padre Pio de Pietrelcina