Daniel, 2
14. Entonces Daniel se dirigió con cautela y discreción a Arioc, capitán de guardias del rey, que había salido para matar a los sabios de Babilonia.
14. Entonces Daniel se dirigió con cautela y discreción a Arioc, capitán de guardias del rey, que había salido para matar a los sabios de Babilonia.
“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina