11. Al cabo de esos cuarenta días, cuando el Señor me entregó las dos tablas de piedra, las tablas de la alianza,





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina