9. También se les entregará sin falta, cada día, lo necesario para los holocaustos del Dios del Cielo -novillos, carneros, corderos, trigo, sal, vino y aceite- según las indicaciones de los sacerdotes de Jerusalén,





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina