Jeremías, 25
36. ¡Escuchen el clamor de los pastores, el gemido de los encargados del rebaño, porque el Señor devasta sus pastizales,
36. ¡Escuchen el clamor de los pastores, el gemido de los encargados del rebaño, porque el Señor devasta sus pastizales,
“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina