11. Tres amigos de Job se enteraron de todos los males que le habían sobrevenido, y llegaron cada uno de su país. Eran Elifaz de Temán, Bildad de Súaj y Sofar de Naamá, los cuales se pusieron de acuerdo para ir a expresarle sus condolencias y consolarlo.





“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina