1. Cuando Iabín, rey de Jasor, se enteró de lo que había sucedido, envió mensajeros al rey Iobab de Madón, al rey de Simrón y al de Acsaf;





“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina