31. Pero el padre le dijo: "Hijo mío, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina