32. y construyó con ellas un altar en honor del Señor. Hizo en torno al altar una zanja como un surco para dos medidas de simiente,





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina