10. Entonces el sacerdote Yehoyadá tomó una caja, hizo un agujero en su tapa y la colocó junto al altar, a la derecha del que entraba en el templo del Señor. Y los sacerdotes que guardaban la puerta echaban allí todo el dinero que traían al templo del Señor.





“Mantenha-se sempre muito unido à Igreja Católica, pois somente ela pode lhe dar a verdadeira paz, porque somente ela possui Jesus Sacramentado que é o verdadeiro príncipe da paz.” São Padre Pio de Pietrelcina