11. Suprimió los caballos consagrados al sol por los reyes de Judá a la entrada del templo del Señor, cerca del aposento cuidado por el eunuco Natanmélec, en el atrio, y quemó el carro del sol.





“Nossa Senhora está sempre pronta a nos socorrer, mas por acaso o mundo a escuta e se emenda?” São Padre Pio de Pietrelcina