15. Moisés lo inmoló y, mojando sus dedos en la sangre, untó con ella los cuernos del altar todo alrededor y lo purificó. Luego derramó la sangre al pie del altar y lo consagró haciendo sobre él el rito de absolución.





“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina