15. El Macabeo aceptó la oferta de Lisias, mirando el bien común. En efecto, el rey concedió todo cuanto el Macabeo exigió a Lisias por escrito.





“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina